LA INFLUENCIA DEL CORONAVIRUS EN EL DETERIORO DE LA CARTERA CREDICITIA

El sistema estaba y está muy líquido, o sea, hay capacidad prestable ociosa, pero hay un problema básico y que se ha acentuado con la recesión pre Covid-19: a los que piden préstamos los bancos no se lo dan, por motivos precaución y riesgo, y a los que sí se lo darían no van a pedirlos. Prueba de ello, es que la banca lanza líneas promocionales solo para clientes ya calificados, no para nuevos.

La consultora CML&A señala, por ejemplo, que ya antes del coronavirus los créditos a empresas habían caído un 22% real y la mora se había triplicado (de 2 a 7%). Por ello, destacan que el año pasado muy pocos bancos pudieron crecer y mantener la mora baja (Nación e Hipotecario fueron los más castigados).

No hay duda que son tiempos de crisis y hay que flexibilizar criterios y normas pero está claro que el sistema se encaminará hacia un mayor deterioro de la cartera crediticia, que ya de por sí, viene algo golpeada.

De modo que ahora ante un recrudecimiento de la recesión provocada por el Covid-19 los niveles de mora se elevarán, sobretodo en los sectores más golpeados, pese a que el BCRA flexibilizó los criterios de cartera irregular. Esto explica porque ahora el Gobierno ofrece garantías del FOGAR, para eliminarle a los bancos el riesgo de incobrabilidad. Algo similar se da en el caso de los cheques de pago diferido rechazados por falta de fondos que ahora se puedan volver a presentar sin multas. La aversión al riesgo en el contexto actual esentendible. Quién le presta a un comercio que no sabe cuándo podrá volver a abrir. Y hay otro factor que complica: el home office traba los comités de riesgo de los bancos.

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